En estas últimas entradas os he hablado sobre un pintor negro o sobre el temas de las mujeres en el arte ya que para nuestro discurso cultural necesitamos recoger información de este tipo.
Hoy voy a hablaros sobre los negros en el teatro o cine.
Un libro que habla de este tema es "La imagen de los negros en el teatro del Siglo de Oro"
A principios del siglo XVII las ciudades españolas contaban con una población de raza negra que era el resultado de una nueva etapa en la historia de la esclavitud. El teatro barroco se hizo eco de esta presencia y la explicó al público de las más diversas maneras.
En el teatro español del Renacimiento y el Barroco la figura del negro aparece de tres maneras. El negro aparece como negación de la humanidad, como protagonista del intento de borrar su color negro y su presencia en la sociedad como diferencia y como ser en la historia y finalmente como individuo que reclama la libertad frente a la sociedad que lo esclaviza y que niega su presencia y su memoria en la historia.
El racismo institucional, las violentas relaciones entre blancos y negros, el miedo a la diversidad y a la mezcla racial, la obsesión por la pureza de sangre o la religión como marca étnica y casi biológica, son algunos de los temas que aparecen en comedias, autos sacramentales y entremeses en los que figuran personajes negros.
Los estereotipos entre blancos y negros obligaron a los afroamericanos a trazar un camino paralelo al de Hollywood hasta los años 60.
«El nacimiento de una nación» (1914) no sólo significaba uno de los primeros pasos del cine como tal, sino que, colocaba a la comunidad negra en un lugar no muy distante de lo que significaba lo peor a principios del XX, donde ser negro y estar en pantalla era prácticamente que misión imposible.
Con la obra de Griffith ya estrenada, la industria estaba en pañales y los afroamericanos, que todavía arrastraban la lacra de la esclavitud y de las leyes raciales vigentes, no sólo no tenían espacio en la pantalla, sino que el poco que les «daban» no era sino para hablar de lo «malos y desgraciados» que eran. Incluso era preferible pintar a un actor blanco de negro que contrar a uno de color.
Origen y connotaciones del blackface
El Blackface es una práctica racista que se hacía en Estados Unidos durante el siglo XIX
Esta práctica era ejercida por unas figuras teatrales llamadas Minstrels: Unos shows teatrales donde personas blancas, promovían estereotipos sobre las personas afroamericanas. Los Minstrels se pintaban la cara con betún, los labios de rojo chillón y lucían vestimenta de diferentes temáticas.
Encuentra las 7 diferencias

Michieux, director, productor y escritor, fue el pionero de este tipo de películas y uno de los que más filmes del género realizó alrededor de 44. Sus producciones retrataban de una manera cruda temas como los linchamientos, la discriminación, la explotación económica y la violencia. Sus personajes eran complejos, controvertidos para la época, e intentaban eliminar los estereotipos del cine ‘blanco’, representando a gente de varias clases sociales.
Las race films empezaron a hacerse un hueco propio, aunque seguían limitadas por las leyes racistas de entonces. Su exhibición se hacía solamente en cines a los que podía acceder la comunidad negra, una vez que muchos eran para el uso exclusivo de los blancos. Pero, al menos allí dentro, los negros podían ser protagonistas, hombres de éxito, abogados o banqueros, alejándose de los papeles menores a los que parecían estar destinados.
Hoy voy a hablaros sobre los negros en el teatro o cine.
Un libro que habla de este tema es "La imagen de los negros en el teatro del Siglo de Oro"
En el teatro español del Renacimiento y el Barroco la figura del negro aparece de tres maneras. El negro aparece como negación de la humanidad, como protagonista del intento de borrar su color negro y su presencia en la sociedad como diferencia y como ser en la historia y finalmente como individuo que reclama la libertad frente a la sociedad que lo esclaviza y que niega su presencia y su memoria en la historia.
El racismo institucional, las violentas relaciones entre blancos y negros, el miedo a la diversidad y a la mezcla racial, la obsesión por la pureza de sangre o la religión como marca étnica y casi biológica, son algunos de los temas que aparecen en comedias, autos sacramentales y entremeses en los que figuran personajes negros.
Los estereotipos entre blancos y negros obligaron a los afroamericanos a trazar un camino paralelo al de Hollywood hasta los años 60.
«El nacimiento de una nación» (1914) no sólo significaba uno de los primeros pasos del cine como tal, sino que, colocaba a la comunidad negra en un lugar no muy distante de lo que significaba lo peor a principios del XX, donde ser negro y estar en pantalla era prácticamente que misión imposible.
Con la obra de Griffith ya estrenada, la industria estaba en pañales y los afroamericanos, que todavía arrastraban la lacra de la esclavitud y de las leyes raciales vigentes, no sólo no tenían espacio en la pantalla, sino que el poco que les «daban» no era sino para hablar de lo «malos y desgraciados» que eran. Incluso era preferible pintar a un actor blanco de negro que contrar a uno de color.
Origen y connotaciones del blackface
El Blackface es una práctica racista que se hacía en Estados Unidos durante el siglo XIX
Esta práctica era ejercida por unas figuras teatrales llamadas Minstrels: Unos shows teatrales donde personas blancas, promovían estereotipos sobre las personas afroamericanas. Los Minstrels se pintaban la cara con betún, los labios de rojo chillón y lucían vestimenta de diferentes temáticas.
Perezosos, supersticiosos, caricaturescos, tontos y más estereotipos con connotaciones negativas sobre los afroamericanos, eran promovidos por los Minstrels. Decenas de compañías promovían este tipo de shows que racializaban como inferiores a las personas negras, con la aprobación y apoyo del público americano ”blanco”.
Dicha práctica perdió fuerza durante los derechos civiles de las personas afroamericanas.
Hoy día, el Blackface desapareció del ámbito teatral pero no como práctica habitual de personas con prejuicios.
E aquí algunos ejemplos sobre como el Blackface, en algunos países, es motivo de sanción por representar un perjuicio hacia las personas afrodescendientes y su memoria histórica.
Encuentra las 7 diferencias
EEUU siglo XIX Terrasa 2016
Pues bien, la imagen de la derecha fue noticia hace dos años con este titular:
"Un Baltasar pintado con betún obliga a un padre a elegir entre dos cosas horribles que contar a su hijo: La verdad sobre los Reyes o el racismo."
Un año más, el 5 de enero ha traído consigo un desfile de conflicto racial a las calles de España.
El niño percibió que el Rey Mago en cuestión era un señor blanco maquillado y empezó a hacer preguntas incómodas. Fuera cual fuera la elección del padre, cambiaría la vida de su retoño para siempre. “¿Qué pasa con los Reyes, papá? ¿Son mentira o algo así?”, presionaba el pequeño.
“No, los Reyes existen, Cesarín. ¡Claro que existen! Los que pasa es que no es exactamente como te lo habíamos contado. En realidad, traen oro, incienso y desigualdad de oportunidades laborales según el color de la piel.”
Otro caso es el de la Cabalgata de Alcoy, donde los pajes son negros, pero de una raza especial: piel betún y labios rojo fuego. Es la cabalgata más antigua de España, Bien de Interés Cultural, pero varias ONG denuncian que también es racismo puro.
"Es una tradición que hay aquí y ya está nunca se ha hecho con esa intención", asegura un vecino.
Como he empezado diciendo en Estados Unidos hubo un tiempo en que los personajes negros en cine y teatro los interpretaban sólo blancos y en los años 60 lo prohibieron.
Las “race films” nacieron contra un sistema que excluía a los actores negros.
Contra ese monopolio blanco se rebelaron algunas pequeñas compañías cinematográficas, que empezaron a aparecer entre 1910 y 1930, con el propósito de hacer películas con un reparto únicamente de actores negros que representaran papeles positivos y diversos.
Ante películas como Hearts and Flags (1911) o Birth of a Nation (1915), abiertamente racistas y que hacían apología del régimen segregacionista del sur de Estados Unidos, surgieron sus antagonistas. The Homestader (1919), de Oscar Michieux, es considerada como la primera race film, una de las películas con las que se inauguró el género, que se consolidaría hacia mediados de siglo.

Michieux, director, productor y escritor, fue el pionero de este tipo de películas y uno de los que más filmes del género realizó alrededor de 44. Sus producciones retrataban de una manera cruda temas como los linchamientos, la discriminación, la explotación económica y la violencia. Sus personajes eran complejos, controvertidos para la época, e intentaban eliminar los estereotipos del cine ‘blanco’, representando a gente de varias clases sociales.
Las race films empezaron a hacerse un hueco propio, aunque seguían limitadas por las leyes racistas de entonces. Su exhibición se hacía solamente en cines a los que podía acceder la comunidad negra, una vez que muchos eran para el uso exclusivo de los blancos. Pero, al menos allí dentro, los negros podían ser protagonistas, hombres de éxito, abogados o banqueros, alejándose de los papeles menores a los que parecían estar destinados.



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