Ni tallada ni coloreada.

Hoy quiero hablaros de un artista que me llamó mucho la atención ya  que su trabajo no era como el de los demás escultores que conocemos a grandes rasgos y al conocerlo me apeteció darlo a conocer en mi blog:


Bennett Ewing

Bennett Ewing , conocido informalmente como " Eyevan Tumbleweed ".
Nació en 1982 y es conocido por su serie escultórica de caras compuestas de madera que se encontrada.
Originalmente del área del Gran Boston en Massachusetts, ahora vive en el condado de Sonoma, California.
Estudió arte y escritura en Prescott College, Massachusetts College of Art y Northeastern University.
Es un amante de la naturaleza con una experiencia artística de más de veinte años, ha trabajado en diversos medios creativos, como ilustración, escultura representativa y abstracta en cerámica y metal, composición de canciones, música y comedia, escritura de ficción y narración de cuentos.
Bennett Ewing - Jorovin, 2013, Illuminatrix Photography

Bennett descubrió su don en la escultura de madera que encontraba.
Su trabajo en la serie facial comenzó después de que primero diseñara y ensamblara máscaras y tocados portátiles de madera encontrada. Desde entonces, ha pasado la mayor parte de su enfoque artístico creando una serie continua de visados ​​compuestos de piezas de madera que recoge de montañas, desiertos, pantanos, zonas ribereñas, bosques y playas.
Una de las cosas que distingue a este artista de muchos de sus contemporáneos no es solo la diversidad geográfica de sus materiales, sino el hecho de que no talla ni colorea la madera que usa.

Bennett Ewing - Mervengarr, 2014. Fotografía de Daniel Blue

Sus trabajos han presentado maderas desgastadas a lo largo de sus viajes desde cerca de cuarenta estados estadounidenses, México, Canadá e Irlanda.
Las caras en relieve están ensambladas meticulosamente y  utilizando los colores, patrones y direcciones naturales de varios fragmentos de madera para crear rostros. 


Bennett Ewing - Jedicus, 2017, Daniel Blue Photography






El artista siempre tiene una excusa para explorar la naturaleza, en busca de piezas de madera para rompecabezas desconocidos más grandes. Sus técnicas autodidactas van desde lo suave y en espiral hasta lo tosco y irregular, combinando fantasía con realidad y impresionismo con diseño ornamentado. Para lograr estos efectos, encontrar madera mientras está inmerso en la naturaleza es un ritual necesario para el artista, que ocurre varios días de la semana, durante todo el año. La paciencia es una virtud esencial para Ewing, ya que sus esculturas a veces tardan años en encontrar las coincidencias materiales adecuadas para una finalización satisfactoria.


Bennett Ewing - Vortigarr, 2013. Fotografía Daniel Blue

Bennett Ewing, Simbi, 2012, Daniel Blue Photography

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